¿Cómo responder a la clásica pregunta de la entrevista "Cuál es tu mayor debilidad"? ¿Y realmente necesitas preparar tus debilidades para la entrevista de trabajo?
Créenos, ¡sí que lo necesitas! Porque conocer tus puntos débiles es tan importante como conocer tus puntos fuertes.
Cuando se trata de entrevistas de trabajo, se nos anima constantemente a presentar nuestro mejor yo para parecer el mejor candidato absoluto para el puesto. Así que hablar de tus defectos puede parecer contraintuitivo.
Sin embargo, esta pregunta parece ser una de las favoritas de los reclutadores.
Por eso es buena idea prepararse para esta eventualidad y prepararse para enmarcar la respuesta a tu favor.
Si quieres saber más, sigue leyendo nuestro artículo y descubre:
- Por qué hacen esta pregunta los reclutadores;
- Cómo saber cuál es tu mayor debilidad
- Lo que NO debes decir al responder;
- Una lista de buenas debilidades para una entrevista de trabajo;
- Ejemplos de cómo responder a "¿Cuál es tu mayor debilidad?"
Lo que realmente quieren saber los reclutadores
Sinceramente, esto parece una trampa, que te invita a revelar tus defectos y arruinar tus posibilidades de ser contratado.
Pero, en lo que respecta a las entrevistas de trabajo, ¡nunca hay nada al azar! Así que probablemente no te sorprenderá demasiado que te digamos que hay más en esta pregunta de lo que parece.
Cuando los reclutadores preguntan por tus puntos débiles, esto es lo que realmente quieren saber:
- Si eres consciente de ti mismo y capaz de introspección. ¿Puedes mirarte a ti mismo y reconocer tus deficiencias? ¿Y puedes ser autocrítico? Porque ambas son cualidades clave del empleado soñado por cualquiera.
- Si eres fiable. No en el sentido de ser capaz de hacer cualquier cosa y todo. Sino en el sentido de conocer tus límites y ser honesto a la hora de comunicarlos. Porque los empresarios necesitan saber que no muerdes más de lo que puedes masticar.
- Si tienes una "mentalidad de crecimiento". Lo siguiente es interesarse por tu capacidad para afrontar retos. ¿Los percibes como oportunidades para crecer y desarrollarte profesionalmente? ¿O los evitas por completo?
- Si encajas bien en la cultura de la empresa. Por último, quieren calibrar lo bien que trabajas con los demás. Por ejemplo: ¿Serías capaz de asumir tus errores, aprender de ellos y seguir adelante? ¿O eres más propenso a culpar a los demás?
Como ves, tu respuesta puede dar una idea de tu capacidad de recuperación, tu actitud en el trabajo y tu adaptabilidad. Cualidades que tienen un valor incalculable en cualquier entorno profesional.
Las 10 mejores debilidades buenas para una entrevista de trabajo
Una "buena debilidad" es aquella que no es esencial para el trabajo en cuestión, es creíble y es posible trabajar en ella.
Por supuesto, no existe un conjunto de debilidades que sirva para todos, porque las experiencias y los retos de cada persona son únicos. Sin embargo, hay un par de vulnerabilidades comunes que te pueden resultar creíbles y adecuadas.
En caso de que te cueste identificar la tuya, esta lista puede ayudarte a encontrarla:
- Falta de experiencia profesional con habilidades no esenciales.
- Tomarse las críticas demasiado a pecho.
- Habilidades de presentación imperfectas.
- Dificultad para pedir ayuda.
- Incomodidad a la hora de criticar.
- Dificultades para delegar tareas en otros.
- Impaciencia ante la lentitud de los procesos.
- Dificultades para priorizar tareas.
- Incapacidad para abandonar proyectos.
- Ser demasiado franco.
Y ahora, vamos a ver cada una de ellas con más detalle. Además, también hablaremos brevemente de cómo puedes intentar solucionarlos.
#nº 1 Falta de experiencia profesional con habilidades no esenciales
En otras palabras, no tener un conocimiento profundo de una habilidad que puede ser beneficiosa, pero no imprescindible. Por ejemplo, aunque a un gestor de proyectos no se le exige que domine el diseño gráfico, el conocimiento de Illustrator puede ser útil para crear materiales visuales sencillos para presentaciones.
Esta debilidad es relativamente segura, pero sigue comunicando tu "mentalidad de crecimiento". Además, tiene fácil solución: basta con mencionar un curso concreto que se centre en la habilidad en cuestión.
#2 Tomarse las críticas demasiado a pecho
Esto es bastante real y creíble. La capacidad de recibir comentarios y críticas objetivas es necesaria para cualquier profesional, pero no es algo que resulte natural para muchos.
Por ejemplo, podrías decir que en el pasado te resultaba difícil distinguir entre las críticas hacia ti como empleado y las críticas hacia ti como persona. Pero gracias a un cambio consciente de mentalidad, llegaste a reconocerlas como lo que realmente son: una oportunidad para mejorar.
#3 Habilidades de presentación imperfectas
Otra debilidad bastante común es el miedo a hablar en público. Ya se trate de presentaciones para equipos, para tu dirección o para clientes, es necesario hablar en público en cierta medida para prácticamente cualquier puesto corporativo.
Para mejorar este punto débil, puedes matricularte en un curso (como este curso de la Universidad de Harvard a través de EdX) en el que puedas perfeccionar estas habilidades y obtener un certificado.
#4 Te cuesta pedir ayuda
Simplemente no puedes ser un lobo solitario en un entorno corporativo. Así que puedes hablar de tu incapacidad para pedir ayuda a tus compañeros o supervisores porque no quieres aumentar su carga de trabajo y parecer una carga.
Pero tras varias experiencias negativas te has dado cuenta de que pedir ayuda es lo más responsable, porque facilita la finalización de los proyectos. Así que has decidido trabajar en tus habilidades de comunicación, y ahora eres más productivo.
#5 Incomodidad a la hora de hacer críticas
Si por casualidad ocupas un puesto de liderazgo, no importa en qué capacidad, hay veces en que tienes que ponerte firme si algo no funciona. Y no todo el mundo se siente cómodo con ello.
Puede que haya habido situaciones en las que hayas evitado hacer críticas a tus colegas subalternos por miedo a ser demasiado duro. Pero menciona que estás trabajando en este problema mediante un programa de liderazgo y comunicación.
#6 Dificultades para delegar tareas en otros
Otro punto débil que podrías mencionar es la reticencia a pasar tareas a otros. Ya se deba a tu afán de perfección, a que no quieres aumentar la carga de trabajo de tus compañeros o a tu necesidad de tener las cosas bajo control, esta debilidad tuya ha provocado una disminución de la eficacia general del equipo.
Pero muy pronto has llegado a reconocer tus propios defectos. Al principio has empezado delegando pequeñas tareas de bajo riesgo. Poco a poco, has establecido una comunicación abierta para cualquier pregunta o comentario, y has aprendido a confiar más en tus compañeros. Como resultado, aumentaron la productividad, la eficacia y la satisfacción laboral de todo tu equipo.
#7 Impaciencia con los procesos lentos
Por ejemplo, tu falta de paciencia se manifestaba cada vez que sentías que tu propio ritmo de trabajo se veía obstaculizado por el ritmo más lento de tu colega. Y a veces, provocaba tensiones dentro del equipo.
Así que investigaste un poco y descubriste que existen técnicas de reducción del estrés que puedes aprender y que se centran en la gestión de tu impaciencia. Además, desarrollaste el hábito de utilizar el tiempo extra entre proyectos abordando tareas más pequeñas que te mantienen ocupado y productivo.
#8 Dificultades para priorizar tareas
Tal vez seas ese tipo de persona que dice "sí" a todo y luego acaba luchando para hacer malabarismos con todas las tareas que asumió. Por ello, has acudido a un profesional que te ha aconsejado que trabajes tus habilidades de gestión del tiempo.
Tal vez hayas seguido una formación sobre el método ABCDE, y ahora seas capaz de clasificar tus tareas en función de su urgencia. Notaste los resultados de tu esfuerzo inmediatamente: te estresaste menos, lo que mejoró tu productividad, así como tu relación con el trabajo en sí. Así que ahora te sientes más seguro y en control.
#9 Incapacidad para desprenderse de los proyectos
Imagina esto: has conseguido terminar tu proyecto antes de tiempo y, en lugar de marcarlo como terminado y pasar a una nueva tarea, sigues volviendo a él. Aunque el proyecto se ejecute a la perfección.
Y esto era un problema, porque te impedía trabajar con más eficacia y no perder el tiempo. Pero, tras completar un programa de gestión de proyectos, has aprendido a frenar este comportamiento. Ahora, practicas fijándote criterios claros para la evaluación de los proyectos, que te ayudan a no detenerte en una tarea durante demasiado tiempo.
#10 Ser demasiado franco
Por último, puedes decir que, en el pasado, eras demasiado directo en la comunicación con tus colegas. Te has dado cuenta de que tus habilidades de comunicación podrían necesitar algún entrenamiento cuando varios de tus compañeros te acusaron de ser demasiado duro.
Así que, para solucionar este punto débil, has realizado un curso que te ha enseñado a emitir tus comentarios de forma más sensible. Por ejemplo, a intercalar críticas (constructivas, por supuesto) entre dos positivos para que el impacto de tus palabras fuera menos mordaz. Como resultado, la incómoda tensión del lugar de trabajo desapareció y tus compañeros se volvieron más receptivos a tus comentarios.
Cómo responder a "¿Cuál es tu mayor debilidad?" en 4 pasos
Esencialmente, deberías enfocar la pregunta de las debilidades para la entrevista de trabajo como una oportunidad para demostrar que no sólo eres consciente de tus defectos, sino que también intentas superarlos activamente.
Así pues, la respuesta perfecta a "¿Cuál es tu mayor debilidad?" debería seguir estos 4 pasos:
- Presenta tu debilidad.
En primer lugar, selecciona una debilidad real en la que hayas trabajado/estés trabajando activamente para mejorar. Por ejemplo, ¿tiendes a tomarte las críticas demasiado a pecho? ¿Eres impaciente con los procesos lentos? ¿Te cuesta pedir ayuda?
- Proporciona un contexto profesional de la vida real.
A continuación, describe cómo y cuándo te diste cuenta de este punto débil. ¿Quizá recibiste comentarios de tu supervisor? ¿O un proyecto en el que trabajaste no salió según lo previsto? En cualquier caso, describe cuál fue exactamente el problema.
- Demuestra tu esfuerzo y determinación para mejorar.
Luego, tienes que demostrar que, una vez que te diste cuenta de esta debilidad, estuviste a la altura del reto y decidiste trabajar en ti mismo. Ser consciente no es suficiente. También debes mostrar voluntad de crecer. Por ejemplo: inscribiéndote en un curso, en un programa de mentores, en un taller, o desarrollando nuevos hábitos y prácticas.
- Menciona los resultados de tus esfuerzos (si es posible).
Por último, comparte los resultados de tus esfuerzos. Lo ideal sería que pudieras mostrar cómo tus herramientas recién afiladas han contribuido a tu equipo o proyecto. Y no temas reconocer que sigues trabajando en ellas, si es el caso.
Aunque esta estructura es bastante sencilla, ¡funciona de maravilla! No dudes en utilizarla cuando prepares tus respuestas. Y recuerda, ¡la narración está totalmente en tus manos!
Cuál es tu mayor debilidad ejemplos de respuestas
Por último, echemos un vistazo rápido a estas 4 respuestas de ejemplo.
Fíjate en que todas ellas siguen la estructura que hemos esbozado antes (debilidad, contexto, mejoras, resultados).
Y si alguna de ellas se corresponde con tus propias debilidades, no tienes más que copiarla y retocarla para que refleje tu propia experiencia.
Puntos débiles para una entrevista de trabajo: Habilidades de presentación
"Mi mayor debilidad son mis habilidades de presentación. Hasta el año pasado no me di cuenta de que tenía que mejorar mi capacidad para hablar en público. Me costaba mucho superar mi nerviosismo durante las presentaciones en equipo. Enseguida me di cuenta de que tenía que hacer algo para mejorar. Así que me matriculé en un curso de oratoria y practiqué en cada oportunidad que tuve: presentaciones, informes, ¡incluso reuniones familiares! Al cabo de dos meses noté que me sentía más segura y cómoda durante las presentaciones. No soy perfecta ni mucho menos, pero hace poco recibí comentarios positivos de nuestros clientes".
Puntos débiles para la entrevista de trabajo: Delegar tareas
"Lo que más me costaba en el pasado era mi capacidad para delegar tareas en mis compañeros. Siempre he sentido la necesidad de asegurarme de que todas y cada una de las tareas se completan con un cierto nivel de calidad. Y solía tener problemas para confiar en mi equipo a pesar de que siempre hacían un trabajo estelar. Con el tiempo, esto causó tensiones innecesarias entre nosotros. Me di cuenta de que era yo quien tenía la culpa. Así que decidí trabajar en mí misma. Mejoré mi capacidad de comunicación y me aseguré de que mi equipo supiera que podían acudir a mí ante cualquier duda. Al cabo de un tiempo, nuestras relaciones y nuestra confianza mutua mejoraron. Y pudimos completar proyectos complejos mucho antes de los plazos previstos. Si no recuerdo mal, nuestra productividad global mejoró en torno a un 20%".
Puntos débiles para la entrevista de trabajo: Pedir ayuda
"Recuerdo que cuando empecé como contable, sufría un grave síndrome del impostor. Estaba acomplejada por mi falta de experiencia, así que sentía que tenía que demostrar mi valía. Además, no quería parecer una carga, así que cuando tenía problemas con nuevos sistemas o procesos, simplemente no pedía ayuda a nadie. Por supuesto, ahora sé lo infundado y poco profesional que era este comportamiento. Lo fundamental que cambié fue mi propia mentalidad. Empecé a ver estos momentos difíciles como oportunidades para fomentar un trabajo en equipo más fuerte. Creo que al tender la mano a los demás, aprendí mucho sobre la importancia de la colaboración. Y también me hizo más paciente con los recién llegados. Ahora siempre me aseguro de que sepan que pueden acudir a mí con cualquier cosa sin sentirse mal por ello".
Puntos débiles para una entrevista de trabajo: Ser demasiado directo
"Cuando recuerdo mi experiencia laboral anterior, puedo decir que solía ser bastante brusca a la hora de dar mi opinión a los compañeros. Siempre he valorado la honestidad y la transparencia por encima de todo. Y pensaba que eso es lo que hace que la comunicación en el lugar de trabajo sea eficaz. Pero estaba muy equivocada. Mis compañeros de trabajo a menudo sentían que yo era demasiado insensible, y eso provocaba tensiones entre nosotros. Para solucionarlo, me inscribí en un programa de liderazgo que me enseñó a expresar mejor mis preocupaciones. La técnica "alabanza-crítica-alabanza" me resultó especialmente útil. Pronto desapareció toda esa energía incómoda. Y mis compañeros se volvieron más receptivos a mis comentarios y trabajamos mucho mejor en equipo".
Cómo NO responder a "¿Cuál es tu mayor debilidad?"
Ahora que hemos repasado las mejores respuestas, hablemos también de cómo NO presentar tus puntos débiles.
De nuevo, es bastante sencillo, simplemente evita hacer estas cosas
- Decir que no tienes debilidades. ¿A quién intentas engañar, amigo mío? Desde luego, ¡a los reclutadores no! De hecho, si hay una forma de comunicar tu falta de conocimiento, ¡es ésta!
- Intentar hacer pasar tus puntos fuertes por puntos débiles. Ni siquiera Michael Scott puede hacer un Michael Scott. Así que no digas que eres demasiado perfeccionista o que trabajas demasiado.
- Usar como debilidad una habilidad o cualidad que es esencial para el trabajo. Por ejemplo, si solicitas un puesto de contable, no digas que se te dan mal las matemáticas o que no prestas atención a los detalles.
- Compartir información personal en exceso. Para que quede claro, a los reclutadores no les importan mucho los detalles de tus puntos débiles. Puede que tu nerviosismo al hablar en público tenga su origen en una mala experiencia de la infancia. Aunque así sea, guárdate este detalle para ti. En lugar de eso, profundiza en cómo abordar y corregir tu punto débil.
Puntos clave: Las 10 mejores debilidades para una entrevista de trabajo
En resumen, la pregunta sobre debilidades para una entrevista de trabajo no es una estrategia para revelar tus defectos, sino una oportunidad para demostrar que eres consciente de ti mismo, introspectivo y estás decidido a seguir mejorando en tus áreas débiles.
Cuando prepares tu respuesta, intenta ceñirte a esta estructura sencilla, pero eficaz:
- Presenta tu punto débil.
- Proporciona un contexto profesional de la vida real.
- Demuestra tu esfuerzo y determinación para mejorar.
- Menciona los resultados de tu mejora (si es posible).
En caso de que no sepas cuáles son tus puntos débiles, puedes inspirarte en nuestra lista de los puntos débiles más apropiados para una entrevista de trabajo:
- Falta de experiencia profesional con habilidades no esenciales.
- Tomarse las críticas demasiado a pecho.
- Habilidades de presentación imperfectas.
- Dificultad para pedir ayuda.
- Incomodidad a la hora de hacer críticas.
- Dificultades para delegar tareas en otros.
- Impaciencia ante la lentitud de los procesos.
- Dificultades para priorizar tareas.
- Incapacidad para abandonar proyectos.
- Ser demasiado directo.
Si te estás preparando para una entrevista de trabajo, asegúrate de comprobar también cómo responder a estas preguntas habituales: